viernes, 17 de enero de 2020

La ermita del Santísimo Sacramento

Escondida en un callejón paralelo a la avenida La Puebla, en pleno centro de la ciudad, se esconde esta pintura mural sin firma legible. Representa la Ermita del Santísimo Sacramento que durante 400 años (1570-1970) se mantuvo en pie próxima a este lugar. 


La siguiente escena evoca un milagro acaecido en 1533. En la iglesia de San Pedro (también hoy desaparecida) había un cáliz de plata dorada, regalo del obispo Osmundo, que fue sustraído por un devoto parroquiano. Atemorizado por la indignación popular e incapaz de venderlo como había previsto, el ladrón decidió tirarlo a un zarzal. Inexplicablemente, el zarzal empezó a iluminarse durante la noche hasta el amanecer y a concentrar un gran número de palomas. 
Entre las llamas del zarzal, un joven encontró por fin el cáliz y la forma, que fueron devueltos a la iglesia pero se decidió construir una ermita en el lugar del milagro. El ladrón profanador fue descubierto y torturado hasta morir. 


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