En 1889, nació la Sociedad de Socorros Mutuos La Unión Obrera con el objetivo de ayudar a los asociados y a sus familiares (excepto a las mujeres "de enfermedad de parto") en caso de dolencia, con asistencia médica, medicinas (sin restricciones) y una pensión diaria de 1 peseta (con limitación temporal) en caso de baja laboral siempre que no padezcan de enfermedades crónicas ni " contraídas por sus vicios o de las que resulten por riña o desafío"; establecer una cooperativa de consumo, crear escuelas y procurar el entretenimiento de todos sus integrantes.
Es decir, un antecedente de la Seguridad Social, los economatos, la educación y las sociedades recreativas.
Después de pasar por dos edificios, estableció su sede en el edificio modernista de la calle Paraisín, donde aún se encuentra aunque ya solo como sociedad recreativa.