El convento de las Concepcionistas Franciscanas, fundado en 1524, continúa siendo de clausura. Situado en la calle del Reloj, sólo se permite la visita a la iglesia situada en un callejón, al final de la fachada lateral del convento. Dicha iglesia contiene dos artesonados que son una joya del mudéjar.
En origen, el edificio fue diseñado para ser un palacio y posteriormente se convirtió en ayuntamiento de la ciudad. Finalmente, se convirtió en monasterio de clausura para monjas concepcionistas franciscanas, para lo que se construyeron 16 celdas.
En la fachada del edificio se puede apreciar una portada de sillería con una hornacina en la que se aloja una bella escultura en piedra de la Purísima Concepción.
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