Esta escultura en bronce de Venancio Blanco, situada en la Plaza de la Encina, recrea la leyenda que cuenta que, durante la construcción de la fortaleza de Ponferrada, un caballero templario encontró en el hueco de una vieja encina una imagen de la Virgen que allí había sido ocultada siglos atrás ante el temor del avance sarraceno.
Se supone que fue Santo Toribio, obispo de Astorga, quien la trajo de Tierra Santa y la escondió en el àrbol para salvarla de caer en manos de los musulmanes. Para alojar a la imagen de la Virgen de la Encina, patrona del Bierzo, se construyó la Basílica en los siglos XVI-XVII.
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| El caballero templario mirando a la plaza y a la calle del Reloj |
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