El aljibe era un depósito en el que se recogía el agua de lluvia procedente de los tejados adyacentes para consumo de los habitantes del castillo , aspecto fundamental en caso de asedio o ataque. Los gruesos muros estaban recubiertos al interior de un mortero pintado en rojo y en el fondo de la cisterna había un hoyo que servía para decantar las impurezas del agua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario